miércoles, 21 de octubre de 2020

. Osteoporosis y epigenética.


El enfoque natural de la osteoporosis

Emanuela Bartolozzi

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Resumen

La osteoporosis es normalmente el resultado de un estilo de vida incorrecto (dieta, inactividad física, humo, higiene dental, disbiosis intestinal,…) y toxicidad ambiental que estimulan la expresión crónica de genes inflamatorios y alteran el equilibrio inmunoendocrino.


Un enfoque natural debe enfrentar todos los factores involucrados, llevando al paciente a tomar conciencia de su propia responsabilidad, ayudándolo con terapias naturales, alimentación saludable y estilos de vida que apoyen su cuerpo en el proceso de autocuración.


Palabras clave: osteoporosis, epigenética, estilo de vida, inflamación crónica, disbiosis intestinal, síndrome de Leacky Gut, dieta acidificante, metales pesados

La osteoporosis, como toda enfermedad degenerativa, debe evaluarse considerando la complejidad y las causas multifactoriales y, por lo tanto, el enfoque terapéutico debe tener en cuenta los múltiples factores involucrados.


La patogenia de la osteoporosis es de hecho el resultado de interacciones complejas entre la predisposición genética y los factores de riesgo ambientales (tabla 1).


Tabla 1

La patogenia de la osteoporosis.


OSTEOPOROSIS

Enfermedad crónica multifactorial

Genética (no modificable)


Epigenética (modificable)


La caracterización de marcadores genéticos vinculados a la herencia de baja densidad mineral ósea puede permitir la identificación temprana de individuos susceptibles de desarrollar osteoporosis. Esto podría permitir una prevención dirigida con terapias naturales específicas y cambios en el estilo de vida, con el fin de minimizar el riesgo ambiental en individuos genéticamente predispuestos a desarrollar la enfermedad.


Desde 1995 ha habido varios estudios diseñados para identificar y caracterizar diferentes polimorfismos de genes que codifican: el receptor de la vitamina D (VDR), colágeno IA1 (COLIA1), calcitonina receptor (CTR) y receptor de estrógeno (ESR) ( 1 - 4 ).


Si no podemos cambiar la genética, podemos influir en la epigenética, que significa la expresión de genes a través de estímulos ambientales favorables representados por elecciones conscientes en la vida diaria.


Desde el descubrimiento de la molécula de ADN en los años 50, durante mucho tiempo se creyó que el mecanismo que conduce a la expresión de un gen era unidireccional, es decir, del ADN a la proteína. Este dogma ha sido superado en los últimos años por la epigenética, a través de estudios que demuestran los mecanismos por los cuales el entorno es capaz de estimular, o silenciar, la expresión de diversos genes.


Hoy en día existe gran evidencia de que las sustancias que ingerimos --como alimentos, medicinas o suplementos-- bebemos, respiramos, producimos como hormonas y neurotransmisores en base a las emociones y estados de ánimo, van directamente a influir en la expresión de nuestros genes, potenciando o reduciendo una posible vulnerabilidad genética a alguna enfermedad.


Estos hallazgos nos hacen responsables de nuestra salud porque la expresión de una enfermedad crónica y degenerativa depende en gran medida de nuestras elecciones diarias relacionadas con el estilo de vida.


Actualmente se acepta que el tabaquismo, el sedentarismo, la falta de exposición a la luz solar, las deficiencias nutricionales, el exceso de alcohol o café, o una dieta rica en proteínas o cloruro de sodio, fármacos que interfieren con el metabolismo fosfocálcico, son todos factores nocivos para una correcta el recambio óseo y promover la osteoporosis ( 5 , 6 ) (Tabla 2).


Tabla 2

Hábitos negativos y epigenética.


EPIGENÉTICA

Hábitos relacionados negativamente:

De fumar


La inactividad física


Poca exposición al sol


Factores nutricionales:


exceso de proteínas animales;


sal refinada, café, alcohol, bebidas, deficiencias nutricionales


El tabaquismo aumenta el riesgo de fracturas óseas en un 15% a través de mecanismos indirectos, ya que favorece la menopausia precoz y reduce el tropismo óseo para reducir la oxigenación mitocondrial.


El exceso de sal refinada, especialmente sodio, aumenta el calcio urinario, así como el café favorece el balance negativo de Ca: el estudio de Framingham mostró que las mujeres que beben más de 2 tazas de café al día tienen mayor riesgo de fracturas de fémur. cuello ( 7 ). El hábito de beber más de dos vasos de alcohol al día o bebidas ricas en Ácido Fosfórico (como algunos refrescos carbonatados), aumenta el riesgo de fracturas del 20 al 70% dependiendo de la ubicación de la fractura.


Así como ahora se acepta que una inflamación crónica, en cualquier área del cuerpo, tiene un efecto también sobre los osteoclastos que activan los huesos y aceleran la resorción ósea.


Los osteoclastos son de hecho macrófagos especializados y, por tanto, son muy sensibles y responden a citoquinas inflamatorias tanto locales como sistémicas. Si estas células se activan demasiado, provocan una resorción ósea excesiva que, si dura mucho tiempo como en el caso de una enfermedad inflamatoria crónica, es en sí misma causa de osteoporosis (Tabla 3).


Tabla 3

Aumento de la resorción ósea por activación de los osteoclastos: posibles causas.


INFLAMACIÓN CRÓNICA

Aumento de la resorción ósea para la activación de los osteoclastos

Infecciones crónicas


Inflamación crónica


Dieta proinflamatoria


Dieta acidificante


Dieta de alta carga glucémica con producción de AGE


Intolerancias alimentarias


Disbiosis intestinal


Problemas dentales


Sobrepeso y obesidad


Estrés crónico y distonía neurológica


Toxicidad ambiental


Drogas


Una inflamación crónica puede ser clínica o subclínica, sin signos ni síntomas, y puede estar respaldada por:


- Infecciones crónicas: virales (herpes, CMV, EBV,…), bacterianas (estreptococos, Sfafilococchi, Chlamydia, Clostridia, Borrelia, Ureaplasma, EC,…), fúngicas (Candida), o por parásitos intestinales (oxiuros, tenias, giardia, …);


- Enfermedades inflamatorias crónicas: artritis, osteoartritis, psoriasis, colitis, diabetes, hepatitis;


- Alimentos proinflamatorios: grasas transhidrogenadas, frituras, aceites cocidos, maní, yema de huevo, carnes rojas, embutidos y embutidos, quesos grasos, etc .;


- Dieta acidificante: al envejecer, las reservas de bicarbonato alcalino se reducen y, sobre todo si se padecen enfermedades respiratorias o metabólicas –hígadas o renales–, la alimentación se convierte en una estrategia clave para mantener el equilibrio ácido-base en los tejidos y el interior de las células. Dado que el pH de la sangre debe permanecer confinado dentro del rango fisiológico compatible con la vida, el cuerpo aplica las fluctuaciones de pH utilizando bicarbonato, fosfato, proteínas plasmáticas, hemoglobina y oxihemoglobina, y mecanismos de compensación a través de la función respiratoria y renal.


Una de las causas del aumento de la síntesis de metabolitos ácidos es la degradación de las proteínas que produce ácidos fuertes, como el ácido nítrico fosfórico o sulfúrico, que deben ser eliminados por el riñón, después de ser dañados por un mineral básico (Ca, Mg, K, Mn ,…), Para formar una sal neutra.


La duplicación de la ingesta de proteína animal de 35 a 78 gr / día provoca un aumento del 50% en el calcio urinario. El efecto se produce muy por debajo de las cantidades de proteínas que consume la mayoría de las personas occidentales, es decir, entre 70 y 100 g por día ( 8 ). La otra condición de acidosis favorecedora de la matriz extracelular está representada por la fermentación bacteriana de azúcares simples con la formación de ácido D-láctico.


En caso de disponibilidad reducida de bicarbonatos, el organismo debe hacer uso de sales que suelen tener otras funciones, especialmente el calcio y los fosfatos presentes en los huesos. Además, el fosfato de calcio, un componente clave del esqueleto, es más soluble en pH ácido.


Por tanto, una dieta demasiado rica en proteínas y azúcares, y baja en vegetales o minerales, con el tiempo provocará una acidosis latente de la matriz extracelular con agotamiento de la capacidad amortiguadora del organismo que intentará compensar mediante la liberación de calcio de los huesos. y creará el terreno para el desarrollo de enfermedades degenerativas e inflamatorias ( 9 , 10 ).


- Dieta de alto índice (y carga) glucémico con producción de AGE (Productos finales de glucosilación avanzada), es decir proteínas desnaturalizadas por unión estable con una molécula de glucosa, cuando permanece en niveles elevados en la circulación. Normalmente, el grado de glicación de proteínas se investiga midiendo la HbA1c.


Mientras que el colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo y se forma, entre los muchos tejidos de soporte, incluso el hueso, un alto grado de glicación también puede interferir con la formación adecuada de la matriz ósea.


Además de esto, los AGE desencadenan reacciones prooxidantes y proinflamatorias.


- Intolerancias alimentarias o alergias como enfermedad celíaca o como “Sensibilidad al gluten” (aún poco conocida y reconocida), Alergia al níquel, intolerancia a la lactosa, etc.


-Disbiosis intestinal: además de favorecer una inflamación silenciosa, participa en la patogénesis de la osteoporosis al reducir la síntesis de vitamina K y la absorción deficiente de micronutrientes.


Toda la población de bacterias y virus que vive en nuestros intestinos en una relación simbiótica, se llama microbiota y representa nuestro segundo hígado y nuestro segundo cerebro. En promedio, las bacterias que forman parte de este organismo dentro de nosotros, son 10 o 100 veces la cantidad de células que componen nuestro cuerpo y están equipadas con una cantidad de genes 10 veces más que la nuestra (300,000 contra nuestros aproximadamente 28,000) disponiendo de mayor capacidades metabólicas.


Una composición alterada de la flora permite el crecimiento de poblaciones patógenas bacterianas, virales o fúngicas y activa una respuesta inflamatoria local con alteración de la permeabilidad intestinal que provocará el SÍNDROME DE FUGAS GUTALES. El paso a la circulación de moléculas no filtradas adecuadamente por el intestino provoca una reacción inflamatoria sistémica que puede expresarse en varios tejidos diana, incluido el aparato osteoarticular. Este síndrome participa en gran medida en la etiología de la osteoporosis también por el mecanismo de malabsorción de nutrientes.


- PROBLEMAS DENTALES como granulomas, enfermedad periodontal, reacciones inmunológicas a materiales o instalaciones. El titanio, por ejemplo, no es inerte y no siempre se tolera: podría causar inflamación y alergia tipo 1 (mediada por IgE) o tipo 4 (mediada por células). En la mayoría de los casos, más que alergénico, parece proinflamatorio: las partículas de óxido de titanio pueden dispersarse en el entorno circundante y ser fagocitado por macrófagos que reaccionan desencadenando una reacción sistémica, reactivación de focos de inflamación subclínica.


- OBESIDAD y SOBREPESO: la grasa no es solo un mero depósito de calorías y toxinas, sino un órgano endocrino e inmunológico, capaz, entre otras funciones, de sintetizar muchas citocinas inflamatorias (IL1-IL6, TNFalpha ...). Un exceso de este tejido, como en el sobrepeso u obesidad, conlleva una inflamación crónica, aunque silenciosa.


Además, el sobrepeso y la obesidad casi siempre están relacionados con el Síndrome Metabólico (cuando no con la Diabetes) con valores altos de glucosa (y por tanto AGE) e Insulina: niveles altos de esta hormona estimulan por sí mismos una reacción inflamatoria sistémica.


- ESTRÉS CRÓNICO y distonía neurovegetativa. Un estrés crónico provoca, especialmente en personas más vulnerables, un aumento de marcadores inflamatorios que apoyan una inflamación crónica en el cerebro que puede expresarse también con comportamiento agresivo o depresión. La estimulación excesiva del sistema nervioso autónomo simpático conduce a la activación de una respuesta inflamatoria mientras que la activación del sistema vago y parasimpático estimula la liberación de citocinas antiinflamatorias que "pacifican" el sistema inmunológico. Un experimento de la Escuela de Medicina Icahn, Mount Sinai, mostró que los ratones sometidos a estrés crónico muestran niveles más altos de IL-6 y leucocitos. confirmando el mismo resultado en un experimento equivalente en humanos y demostrando así que el sistema inmunológico puede volverse hipersensible a un estresante hasta la desregulación de procesos inflamatorios crónicos. Esta desregulación inmunológica favorece el desarrollo de muchas enfermedades como el cáncer, los infartos y la osteoporosis.


Otro mecanismo por el cual el estrés crónico promueve la resorción ósea es el estímulo excesivo a la secreción de cortisol por las suprarrenales.


Una persona estresada, que segrega mucha adrenalina y cortisol, generalmente también tiene dificultades para conciliar el sueño y descansar. La falta de sueño o la alteración de los biorritmos fisiológicos afectan la secreción nocturna de GH, perdiendo un estímulo importante para la formación de hueso nuevo.


- ENVENENAMIENTO AMBIENTAL por metales pesados, como aluminio, plomo y mercurio, moho, hollín, pesticidas, dioxinas o plástico. Muchas de estas sustancias, además de estimular una reacción inflamatoria crónica, actúan como disruptores de ENDOCRIN, que interfieren con el eje neuroendocrino provocando, entre otras enfermedades, incluso menopausia precoz (favoreciendo la osteoporosis). Los metales pesados, además de apoyar una inflamación subclínica, inhiben la actividad de los osteoclastos y la formación de hueso y reemplazan el calcio en la mineralización ósea, haciendo que los huesos sean más frágiles.


El humo del cigarrillo, el smog, latas, frascos, platos o láminas de aluminio, desodorantes, agua contaminada, amalgamas dentales, pinturas, medicamentos o vacunas que contengan aluminio, mercurio o plomo, son fuentes de intoxicación continua de estas sustancias tóxicas que, una vez ingeridas, permanecen en el cuerpo durante décadas, apoyando una inflamación crónica en el endotelio, pero también en tejidos neurológicos y osteoarticulares.


Los FÁRMACOS que se toman durante períodos prolongados, como la gastroprotección, los inhibidores de la bomba de protones, los psicotrópicos, las estatinas, apoyan una inflamación crónica, tanto de forma directa como indirecta.


Hay otras posibles causas de osteoporosis (Cuadro 4).


Cuadro 4

Otras causas de osteoporosis.


OSTEOPOROSIS: otras causas

Deficiencia de nutrientes


Exceso de nutrientes


Desordenes endocrinos


Autoinmunidad


Enfermedades hepáticas y renales


Diabetes y otras enfermedades crónico degenerativas


Entre ellos hay déficit nutricional. Si tenemos en cuenta la composición del hueso, todos los nutrientes que participan deben estar disponibles y pueden ser extraídos de los alimentos, para que el recambio óseo pueda tener lugar de forma correcta y fisiológica. Por tanto ocurre:


- Un suministro adecuado de aminoácidos para el andamio proteico;


- Minerales: Calcio, Magnesio, Boro, Potasio, Zinc, Manganeso, Cobre, Estroncio, Silicio, etc. Este último estimula la mineralización ósea en caso de deficiencia de Calcio y contrarresta el aluminio que tiende a sustituir el calcio e inhibe los osteoblastos mientras que el Zinc estimula la proliferación de osteoblastos y es necesaria para la síntesis de colágeno y hormonas sexuales (estrógeno y testosterona);


- Vitaminas:


Vit C para la síntesis de colágeno;


Vit D, para la absorción de calcio y muchas otras funciones. Su deficiencia está muy extendida en nuestras latitudes por el uso excesivo de filtros solares;


Vit K para activar la osteocalcina, proteína sobre la que se fijan las sales de calcio: sin la carboxilación de los residuos glutámicos inducidos por la Vit K, el calcio no se puede fijar. Si la vitamina K no es suficiente, hay un aumento de osteocalcina hemática no carboxilada, un fenómeno que se observa típicamente en mujeres posmenopáusicas y en aquellas que usan fármacos anti-Vit K; administrando dosis bajas de Vit K este índice de pérdida ósea se reduce;


Vit B6 para la síntesis de Colágeno.


Estas deficiencias nutricionales pueden deberse a la desnutrición, como ocurre en los países occidentales, donde comemos alimentos con alto contenido calórico pero bajo en nutrientes, o mala absorción.


Este último mecanismo puede deberse a problemas estomacales (gastritis, úlcera duodenal, ...) pero muy a menudo es provocado por SÍNDROME DE FUGAS GUTALES, es decir la pérdida de una permeabilidad intestinal fisiológica provocada por alimentos proinflamatorios, fármacos, alcohol, aditivos químicos, ingestión de toxinas ambientales, infecciones virales, bacterianas o fúngicas, estrés psicofísico o intolerancias alimentarias.


El Síndrome del intestino permeable está siempre presente en pacientes que padecen enfermedades inflamatorias del intestino como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, por lo que con el paso de los años muestran un mayor riesgo de fracturas óseas, por malabsorción crónica de nutrientes y de terapias con corticoides.


Otra causa de la osteoporosis está representada por algunos excesos nutricionales como alimentos ricos en purinas o la suplementación de sales de fluoruro.


Este mineral, propuesto para prevenir y tratar la osteoporosis, puede aumentar la fragilidad principalmente en el hueso cortical. Estudios recientes han demostrado que (en forma de fluoruro) es en gran medida ineficaz para aumentar la densidad ósea. Los principales efectos son la estimulación de los osteoblastos y un balance positivo de calcio. Está incrustado en la matriz proteica en forma de fluoroapatita, pero una administración excesiva y durante un tiempo prolongado, puede provocar huesos más frágiles.


El índice terapéutico es, de hecho, algo estrecho y la dosis recomendada de 60 a 75 mg provoca efectos secundarios en el 33 al 50% de los pacientes.


Un mito desmentido por muchos estudios científicos es la correlación entre la leche, el queso y la densidad ósea.


Se demostró que un consumo excesivo o regular de estos alimentos provocaría la pérdida de minerales óseos, particularmente por el mecanismo de acidosis tisular que estos alimentos provocan, tanto por el exceso de proteínas como por el contenido de sal (Cloruro de sodio), ambos acidificantes.


Esto, y el hecho de que contengan cierta cantidad de grasas trans hidrogenadas, las convierte en una clase de alimentos proinflamatorios, provocando o contribuyendo a provocar una inflamación subclínica que, como hemos visto, puede desencadenar demasiados osteoclastos y resorción ósea.


Las mujeres estadounidenses mayores de 50 años tienen una muy alta tasa de fracturas de cadera, índice de osteoporosis, sólo superada por los europeos y los australianos, o por mujeres que viven en países donde el consumo de leche es aún mayor que en los EE.UU. ( 11 - 13 ) . Hegsted en una publicación de 1986 afirma que “... las fracturas de cadera son más frecuentes en personas que tienen un consumo habitual de lácteos y que normalmente ingieren altas cantidades de calcio” ( 14 ).


Un estudio epidemiológico realizado en 77.761 mujeres de entre 34 y 59 años, con una duración de 12 años, mostró que las mujeres que bebían tres o más vasos de leche al día, en comparación con las mujeres que bebían poca o ninguna leche, no solo no mostraban una reducción riesgo de fracturas de cadera (como expresión de osteoporosis), pero el efecto contrario: las mujeres que bebían más leche tenían una mayor incidencia de fracturas óseas ( 15 ). La leche y el queso son una clase de alimentos más frecuentemente implicada en reacciones adversas a los alimentos, tanto por déficit de lactasa (o actividad reducida de la lactasa), frecuente también entre los caucásicos, como por caseína.


Se estima que alrededor del 40% de la población occidental adulta tiene dificultades para metabolizar la lactosa.


Esto quiere decir que estos alimentos representan una de las causas más frecuentes del SÍNDROME DE FUGAS DE TRITURAS por alterar la microbiota y el desarrollo de inflamación intestinal.


Además, con las proteínas de la leche, también ingerimos la insulina bovina que, para fuertes similitudes estructurales, funcionará en nosotros, regulando positivamente nuestra carga de insulina en sangre. Y esto podría ser significativo debido a la baja calidad nutricional con la que se alimentan estos animales en la ganadería intensiva para que produzcan la mayor cantidad de grasa en el menor tiempo posible. A través de la leche y el queso también asumimos cantidades de medicamentos, hormonas y pesticidas que por su naturaleza lipofílica se concentran en las partes grasas de los animales, por lo que, tras nuestra ingestión, los depositamos en nuestros tejidos socavando nuestra salud, incluso de nuestros huesos.


Los pacientes con enfermedades crónicas endocrinas (como tiroiditis) o autoinmunes (como artritis reumatoide o esclerodermia) o metabólicas (como diabetes), muestran mayor facilidad para desarrollar osteoporosis, tanto por déficit de hormonas útiles para el correcto recambio óseo, que mediante el mantenimiento de una inflamación crónica y el impedimento para la realización de actividad física regular.


Las enfermedades hepáticas o renales concomitantes interfieren en la resorción ósea también por la alteración del metabolismo y la absorción de nutrientes como la vitamina D, las proteínas o el calcio.


A la hora de elaborar un programa terapéutico personalizado con el fin de prevenir o tratar la osteoporosis, es por tanto necesario tener en cuenta todas las variables implicadas, apoyando al paciente en el proceso de desintoxicación, recuperación de las funciones fisiológicas y una adecuada nutrición celular, permitiendo que su organismo encuentre y expresar, si es posible, su potencial de autocuración (Cuadro 5).



Cuadro 5

Objetivos de un programa terapéutico natural.


Restaurar la funcionalidad digestiva e intestinal adecuada


Restaurar la eubiosis (microbiota)


Para alcanzar el peso ideal reduciendo la grasa corporal


Reducir o eliminar cualquier fuente de intoxicación.


Terapias quelantes de metales pesados


Desintoxicación de la matriz extracelular y del hígado


Terapias naturales antiinflamatorias


Terapias naturales para el equilibrio endocrino e inmunológico


Integración de cualquier deficiencia nutricional


Reemplazar, cuando sea posible, las drogas sintéticas con terapias naturales y nutricionales.


Definir una educación alimentaria que tenga en cuenta:


- cualquier intolerancia (gluten, lactosa, níquel, etc.);


- índice y carga glucémica;


- cantidades y fuentes adecuadas de proteínas;


- equilibrio ácido-base de la matriz extracelular;


- cualquier déficit o exceso nutricional;


- ingesta adecuada de agua.


Mantener una adecuada higiene dental y eliminar cualquier amalgama o material tóxico.


Respeta los ritmos de sueño-vigilia


Prácticas para el manejo del estrés (meditación, yoga, taichi, shiatsu, técnicas de respiración, etc.)


Actividad física regular


Exposición al sol


No fumar


Reducir el alcohol, el café, la sal blanca, las bebidas.


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Para ello es importante recopilar un historial médico rico en detalles que consideren, así como antecedentes familiares y patológicos, incluso hábitos alimentarios, estilo de vida, funciones fisiológicas como digestión o evacuación, ritmos diarios, niveles de estrés y calidad del sueño, voluptuosidad. hábitos, tipo de trabajo y aficiones (p. ej. pintura o alfarería u otras actividades que puedan poner al paciente en contacto con sustancias potencialmente tóxicas), pruebas diagnósticas e ingesta de fármacos o complementos.


El programa de tratamiento deberá estar dirigido a:


- restablecer la correcta digestión y la función intestinal, corrigiendo una posible disbiosis o alteración de la permeabilidad intestinal. Esto significa una dieta dirigida a estos objetivos. Puede ser útil una limpieza intestinal, como hidrocolonterapia, e integración de hierbas digestivas o laxantes, y / o fibras y / o probióticos;


- llevar al paciente a un peso saludable reduciendo la masa grasa, monitorizándolo con la prueba de impedancia (masa magra, músculo, masa grasa, agua corporal);


- evaluar, con la ayuda de un osteópata, los errores posturales que también podrían causar alteraciones en el proceso de remodelación ósea local, remitiendo al paciente a especialistas - fisiatras u osteópatas - capaces de orientarlo en la recuperación de una postura correcta y deambulación;


- identificar posibles fuentes de intoxicación alimentaria o ambiental que motiven al paciente a evitarlas;


- utilizar un agente quelante para metales pesados ​​cuando exista evidencia, con exámenes de cabello, orina o saliva, de intoxicación (EDTA, DMPS, DMSA, Zeolita, Clorella, Ácido Alfa-Lipoico, etc.);


- desintoxicar el hígado y la matriz extracelular con medicamentos a base de hierbas, homeopáticos u homotoxicológicos;


- utilizar sustancias antiinflamatorias, naturales u homeopáticas, como Cúrcuma, Jengibre, Bromelina, Papaína, MSM, Quercetina, Boswellia, Ribes nigrum MG1DH, Árnica, etc .;


- prescribir terapias naturales para reequilibrar los sistemas autonómico, endocrino o inmunológico;


- suministrar cualquier deficiencia de vitaminas (D, C, K, grupo B) o minerales;


- sustituir, cuando sea posible, los fármacos sintéticos por los naturales (por ejemplo, las estatinas con dieta y arroz rojo fermentado, los fármacos gastroprotectores con dieta y sales de bicarbonato, etc.) o terapias nutricionales;


- definir una dieta personalizada que tenga en cuenta las intolerancias (gluten, lactosa, níquel, etc.), enfermedades metabólicas (diabetes, dislipidemias, etc.), índice y carga glucémica, equilibrio ácido-base de la matriz extracelular, deficiencias nutricionales o excesos, ingesta adecuada de fitoestrógenos, errores en la elección diaria de alimentos, dificultades digestivas o alteración de las funciones intestinales, enfermedades concomitantes (hígado, riñón), etc .;


- aconsejar al paciente visitas periódicas del dentista para mantener una higiene dental adecuada, eliminar cualquier amalgama de mercurio y prevenir la enfermedad periodontal;


- ayudar al paciente a encontrar el biorritmo sueño-vigilia adecuado, ayudándolo con sustancias naturales (pasiflora, valeriana, etc.) e instándolo a emprender un proceso para adquirir técnicas de manejo del estrés como la Meditación, Yoga o Tai Chi. En caso de que el paciente parezca estar abierto y listo, aconseje al paciente que tome un camino de conciencia y crecimiento personal;


- y por supuesto, invítelo a realizar actividad física regular, exponerse a la luz solar, no fumar, beber cantidades moderadas de alcohol y café, evitar bebidas, gaseosas y sal refinada.


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Conclusiones

Un Sistema Nacional de Salud colapsando ante el dramático aumento de muchas enfermedades crónicas y degenerativas que están aumentando temprano en la edad, incluida la osteoporosis, no puede seguir persiguiendo la última (costosa) molécula sintética colocada en el mercado como una esperanza de terapia.


Si no nos enfrentamos a las causas reales por las que ocurren las enfermedades, ninguna “píldora mágica” será decisiva; en efecto, participará para agravar el cuadro clínico por los efectos secundarios que conlleva cada fármaco, haciendo necesarios otros medicamentos en un círculo vicioso que lleva al paciente a empeorar su calidad de vida, reduciendo su productividad y autosuficiencia, con altísimos niveles personales. y costos sociales: costos que ya no son sostenibles.


Las causas de las enfermedades crónicas y degenerativas -como las medicinas tradicionales (MTC o Ayurveda), como lo enseñó Hipócrates y cómo demuestran más de un siglo innumerables estudios científicos- tienen que encontrarse en el estilo de vida, la dieta en primer lugar y el medio ambiente.


Nuestras elecciones de alimentos son cruciales, no solo para diferentes metabolismos, sino también para el inicio, promoción o regresión de una enfermedad, para los niveles de energía, para el bienestar emocional y mental y para el entorno en el que vivimos.


El medio ambiente, que solo por nuestras malas decisiones, se está convirtiendo en una fuente de un número creciente de enfermedades nuevas y antiguas como la osteoporosis.


Por lo tanto, los médicos de todas las especialidades deben tener un conocimiento sólido de la nutrición y la medicina ambiental, educando y orientando a los pacientes para que mantengan, o recuperen, su propio bienestar físico y mental, y asuman la responsabilidad de su propia salud.


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Referencias

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 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4625766/

domingo, 6 de septiembre de 2020

.Fibra.


También se denomina fibra dietética y fibra alimentaría. A pesar de que se podría considerar un componente poco útil, ya que se elimina en las heces. Cuando hablamos de FIBRA en nutrición hacemos siempre referencia a la fibra vegetal y NO a la fibra muscular animal.

Se generaliza diciendo que no aportan energía por lo cual no engordan. Se hallan en alimentos de origen vegetal como: frutas, hortalizas, cereales integrales, legumbres y semillas, es importante en todos los casos que conserven la piel y la cáscara 

Se puede clasificar como insoluble o soluble.


Fibra insoluble predomina en la parte externa de los alimentos de origen vegetal aumenta el tamaño de las heces, facilitando así la motilidad intestinal y combatiendo el estreñimiento o constipación, entre otras enfermedades intestinales. Predomina en el salvado de trigo (dos cucharaditas por día)


Fibra soluble predomina en la parte interna de los alimentos de origen vegetal tiene la capacidad de formar geles al tomar contacto con el agua. Entre sus funciones fundamentales figura disminuir la absorción y el aprovechamiento del azúcar y grasas en el sistema digestivo, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cerebro y cardiovasculares y diabetes. Predomina en el salvado de avena (dos cucharaditas por día) 

Ambos tipos de fibra generan saciedad, por lo tanto ayudan a prevenir la obesidad y disminuyen el riesgo de padecer cáncer.

Si bien la ingesta adecuada de fibras es beneficiosa, el abuso en el consumo de alimentos y productos que la contengan puede producir efectos desfavorables. Por ejemplo, podría impedir el aprovechamiento adecuado de minerales como calcio, hierro y zinc. A veces sucede esto cuando se toman suplementos de fibras sin un control médico, o cuando se agrega salvado a todas las comidas. También en exceso `producen diarrea.

En organismos no habituados al consumo de fibras puede presentarse una intolerancia, evidente a través de hinchazón o dolores abdominales, gases y diarreas. Por eso es aconsejable incorporar los alimentos con fibras en forma gradual y en bajas cantidades. 

Lxs niñes deben consumir la edad mas 5gr

miércoles, 2 de septiembre de 2020

.Artemisa Annua.

 ARTEMISIA ANNUA, también conocida simplemente como Artemisa o Ajenjo dulce 😉

La vas a distinguir de sus parientes por su aroma entre dulce y mentolado, sus finísimas hojas de un verdor incomparable y coronada por florcitas amarillas cuando culmina su ciclo. Opino que se asemeja a un arbolito de navidad, por la forma a la que tiende la planta adulta, además de las bolitas que forman sus flores al fructificar.

Se beben sus hojas y flores preferentemente SECAS en infusión ✔️ pueden comenzar probando con una cucharada colmada para cada taza de agua caliente. Sus usos medicinales son varios: despeja el tracto intestinal, desinflama, quita los parásitos y los gases. También regula el ciclo menstrual cuando viene muy atrasado o abundante;


Video aclarativo

.Menta.

Las variedades y tipos de menta que puedes plantar en tu jardín 

Existen muchísimos tipos de menta fresca, de hecho es un género de plantas (Mentha) que comprende muchas especies e híbridos parecidos entre sí. Normalmente la flor de la menta es espigada, de un color lila, desde pálido púrpura y violeta claro, hasta un violeta oscuro e incluso rojizo. 

 VARIEDADES Y TIPOS DE MENTA ¿Cuántos tipos de menta hay? Si te interesa reconocer los tipos de plantas de menta (te dejo los más extraños al final del artículo) te será mucho más fácil durante el periodo de floración. Claro que la menta tiene más de 25 especies y varios cientos de variedades. Estudios recientes nos hablan de unas 600 variedades, por lo que trataremos solo las mejores para el cultivo.


 LOS DISTINTOS TIPOS DE MENTA Y SUS NOMBRES A continuación nuestra clasificación de las menta. En botánica la ”x” se emplea para saber si la planta es híbrida. La letra f (forma) designa que la planta es una mutación, esta se produce por los distintos factores de la geografía que puede variar mucho en el planeta. 

 1. Mentha Spicata (Hierbabuena) Esta planta se encuentra en varios continentes, siendo apreciada por los agricultores por ser autosuficiente y con una gran capacidad de replicación. Llevar tanto tiempo en los jardines la ha hecho recibir varios nombres como Menta de jardín, yerbabuena. Tipos de menta y hierbabuena Llamar a esta variedad menta, puede generar confusión, ya que esta palabra suele designar la Mentha piperita, una de los tipos de menta fresca más consumidas del mundo. El tallo suele adquirir una tonalidad morada y algo cuadrada. Este tallo morado es duro y difícil de partir con l mano. La flor de la hierbabuena es alargada y de color violáceo pudiendo dar tonos blancos como es habitual en la especie. Su nombre científico proviene de la palabra latina Spica, que significa lanza. De entre la gran variedad de plantas de menta, esta especie de menta más producida y consumida del mundo. Se utiliza con fines medicinales y en la confección de todo tipo de productos como chocolate, helados, caramelos.



 2. Mentha Spicata Crispa (Menta rizada) Es el tipo de menta fresca conocido como hierbabuena rizada es el favorito de muchos cocteleros que utilizan esta clase de menta en sus cocktails. Tradicionalmente la infusión de hierbabuena es un digestivo natural habitual en culturas árabes y asiáticas. Mentha Spicata crispa ''rizada'' Tiene tallos gruesos, morados (pueden ser verdes), el aroma balsámico más potente que en otras especies de menta. Las flor de esta hierbabuena Spicata es violáceo como la hierbabuena común. La forma dentada de su hoja facilita reconocer esta clase de mentas, además de por su tacto suave. El color de la hoja es verde claro. No solo puede ayudarte con los dolores de barriga, también puede sanar dolencias del sistema respiratorio por ser una de las mejores plantas medicinales. Claro que siempre como complemento de su tratamiento médico correspondiente. 




 3. Mentha Piperita La menta buena para todo, infusiones, cocina, todo tipo de remedios. Probablemente el tipo de menta que más nombres recibe: Menta yuyo, toronjil de menta, menta negra, piperita y bergamota de chile entre muchos otros. Clasificacion y tipos de Menta Dependerá de la zona del mundo en que te encuentres, pero este híbrido natural de Mentha Spicata y Mentha aquatica, crece de forma abundante en áreas templadas de Europa. La planta es más blanda al tacto que la Mentha Spicata (hierbabuena) , con una textura aterciopelada por la parte posterior de la hojas, que suelen ser de tamaño mediano. Destaca por su cantidad de aceites esenciales y flavonoides de uso terapéutico. Es un tipo de menta con muchas propiedades beneficiosas para la salud. Existen varios tipos de menta piperita. 





 4. Mentha Piperita x Citrata (Menta chocolate) Bueno amigos, siento decepcionaros, no huele a chocolate, huele a menta, y fuerte. Es fácil de reconocer por la redondez de sus hojas y su tallo morado. Se trata de un hibrido estéril que se produce por la mezcla de otras especies del género Mentha. Menta piperita citrata chocolate Una de las clases de menta híbridas que se dá de forma espontanea en zonas de Europa con abundante agua. Es uno de los tipos de mentas silvestres más interesantes Crece masivamente formando una cobertura en la tierra que repele a muchos insectos y mejora la biodiversidad. Desde la antigüedad ha sido aprovechada para realizar tés e infusiones.




 5. Mentha Suaveolens (Menta de burro) La Menta Suaveolens también conocida como Mastranzo o Hierbabuena de burro, es un tipo de menta muy resistente a enfermedades, le encantan las zonas húmedas y con poca altura, ya que es difícil encontrarla en zonas secas de montaña. Menta sauvolens manzana Al tratarse de un tipo de menta muy común, es muy habitual encontrar en el mercado un montón de productos cosméticos elaborados con esta planta. Se extraen aceites esenciales y cristales de mentol de calidad. Una variedad de mentas muy medicinal. Gran cantidad de marcas que empaquetan la hoja seca para realizar infusiones. 



 6. Mentha Aquatica (Hierbabuena de agua) La menta acuática es un tipo de menta común que proviene del mediterráneo. Su nombre es debido a que solo crece en áreas donde existen ríos, arroyos, manantiales etc. Por lo tanto es una planta que necesita regarse constantemente y con una exposición media a la luz solar. Menta de agua Mentha aquatica Generalmente todas las especies de menta no deben estar expuestas a pleno sol. La menta acuática prefiere especialmente la sombra.En caso de sobre exposición al sol, sus hojas se vuelven amarillentas, y empiezan a caerse. Si te animas al reto de cultivar esta planta, deberás evaluar la relación de humedad en el suelo con las horas de insolación. Como consejo te recomiendo colocar un plato bajo la maceta y mantenerlo siempre lleno con agua. 




 7. Mentha Longifolia (Menta asiática) Una de las especies de menta más cultivada debido a su productividad. Destaca por su hoja alargada y propiedades curativas. Desde hace milenios es conocida vulgarmente como menta de caballo siendo ampliamente utilizada en la medicina ancestral. Menta Longifolia Para reconocer esta planta de menta fíjate en el tamaño de sus hojas algunas pueden llegar a ser tan grandes, que casi no caben en la palma de la mano. Además de ser abundante es nativa de Europa y Asia, se extiende con facilidad suelos fértiles con distintos niveles de ph, siendo empleada en usos sin duda una de las mentas más utilizadas en el mundo. 





 8. Mentha Longifolia var. Asiatica (Menta Gris) También conocida comúnmente como menta gris y Mentha Vagans, al tener dos nombres en su taxonomía. Durante algún tiempo se trataron como especies separadas con diferentes opiniones al respecto. Mentha Longifolia var. asiatica Este tipo de menta se documento por Karl Heinz en 1954 como una variedad de Mentha Longifolia, ya que poco antes se consideraba una especie distinta (Mentha Vagans, por sus diferencias a simple vista. Una de las variedades exclusivas de países como Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán en Asia central. En Asia occidental se encuentra en Irak, Irán, Afganistán e incluso algunas regiones de China y el sur del Tíbet. Las hojas de la menta Longifolia var. Asiática son de un color verde pálido y una textura mas aterciopelada, sus flores púrpuras propias de la especie y sus extractos naturales igual de ricos en aceites esenciales.



 9. Mentha Arvensis (Menta Japonesa) Llamada menta de campo y menta japonesa entre, es una especie de menta muy extendida por todo el mundo pero no en grandes cantidades. Es cultivada desde la antigüedad en la India y expandida por la cuenca del mediterráneo y gran parte del continente americano. Menta japonesa Arvensis El motivo del éxito de esta especie es su contenido de mentol, neomentol, piperitol e isopiperitol entre otros principios activos muy recomendados para la tos. La menta japonesa destaca por tener unos niveles muy altos de estos compuestos en comparación con otras plantas. Además es una menta tipo balsámica con un olor perfumado, la preferida en la cultura gastronómica de muchos países. También a los productores de perfumes les encanta encapsular el frescor balsámico que desprende para incorporarlo en colonias. 





 10. Mentha pulegium (Menta poleo) Más conocido como poleo menta, que conserva sus propiedades una vez la deshidratada la hoja de menta. Es una planta perenne de tallo cuadrangular que suele encontrarse en zonas húmedas. menta poleo variedades Las flores de la mentha pulegium tienen un color entre violeta y rosa, crecen agrupadas junto al tallo y justo sobre las hojas por lo que es una menta fácil de reconocer. La menta poleo es una de las clases de planta de menta particular, con el que estarás familiarizado si la has tomado en infusión. El mentol persiste en la taza además de las principales beneficios de la menta. La menta pulegium es vasodilatadora, buena para la respiración y la relajación de los músculos. En dementa.shop hemos recopilado las mejores marcas de productores, menta tipos de planta, consejos de consumo y los beneficios de sus propiedades únicas en infusión. Te recomiendo el siguiente artículo con toda la información de la menta poleo, una medicina natural fácil y agradable para incorporar a tu dieta. 



 11. Mentha australis (Menta australiana) Como observarás a lo largo del texto, Oceanía tiene un clima perfecto para el desarrollo de la menta, que ha dado lugar a muchas variedades que solo pueden encontrarse en Australia y Nueva Zelanda. Mentha australis En este caso la menta australiana o menta de río, también puede encontrarse en algunas zonas concretas de Estados Unidos pero no es habitual. Puede recibir otros nombre como menta nativa o piperita australiana. Esta clase de menta tiene la capacidad de adaptarse a todo tipos de pH en el suelo, puedes encontrarla en suelos alcalinos, ácidos y neutros. Tiene una altura mediana entre 40 y 50cm de altura como máximo, puedes reconocer el tipo de menta por sus flores blancas y la hoja alargada que no es nada aterciopelada. Prefiere estar entre la sombra y el sol pero puede aguantar los veranos a pleno sol, siempre que el terreno tenga una humedad alta que mantenga fresca la planta. Como casi todos los tipos de menta, la mentha australiana puede superar sin problemas heladas breves que suelen darse en invierno. 




 12. Mentha Rotundifolia (Menta redonda) Esta clase de menta es muy fácil de encontrar en Europa, aunque puede encontrarse en los 5 continentes, de forma escasa en el norte de África y Asia, donde crece de forma natural principalmente en Japón. Menta rotundifolia En su etimología está la clave para identificar este tipo de menta. Rotundifolia del griego ”de hojas redondas”. Además sus peciolos (rabito de la hoja) son muy pequeños o no tienen. El tallo es de forma cuadrangular y no siempre tiene tonos morados. La flor de la mentha rotundifolia totalmente blanca aunque a veces tienen tonos rosáceos ya que la planta da lugar a mutaciones con pequeños cambios. Como has visto en el listado de mentas, todas necesitan agua y tierra húmeda para crecer sanas y sin enfermedades. La variedad de plantas de menta para el cultivo es muy extensa, los 80 cm de altura que puede a llegar a medir la menta Rotundifolia la hacen muy atractiva debido al fuerte aroma caraterístico del mentol y eficiencia en el terreno.




 13. Menta requienii (Menta de Córcega) Una especie de menta curiosa, natural de Italia y Francia. A diferencia de las demás mentas, esta crece como un manto en el terreno, una planta de lecho que incluso se puede caminar sobre ella sin que la planta se vea seriamente dañada. menta requienii (Menta de Córcega) La altura de la menta de Córcega no supera los 10 cm, tanto la flor como la hoja de la Mentha Requienii son más pequeñas y carnosas que la mayoría de mentas. El olor es el habitual, dando una sensación de frescor cuando se pisa, se utiliza en pasarelas de huertos y jardines. Una planta aromática diferente, que necesita condiciones óptimas para el cultivo, humedad, pero no mucha. La planta se adapta a la sombra donde puede expandirse fácilmente, deja tiempo entre riegos para que se encuentre sobre hidratada. Se puede consumir como cualquier planta de menta, con cierto parecido en cuanto a aroma con la poleo menta. Se utiliza en platos típicos regionales y es un gran aliado del huerto junto a coliflores, repollo y brócoli. 



 14. Nepeta Cataria (Menta de gato) Si amigos desde luego esta planta de menta es a m parecer la más curiosa de todas. Esta planta silvestre crece en cualquier parte al abrigo del viento, el término Nepeta se refiere a los escorpiones, ya que desde la antigüedad se cree que es capaz de curar la picadura de los escorpiones. Menta de gato Nepeta Cataria Pero singularmente destaca por que es capaz de llamar la atención de los felinos, que como los gatos, se la comen beneficiándose de sus aceites esenciales. Además la planta tiene algo que provoca ese efecto divertido es un misterio. Los gatos se vuelven muy juguetones y llenos de vitalidad al toparse con esta planta Nepeta Caparia. Si ingieren mucha cantidad de menta gatuna empiezan a rodar sobre sí mismos, volviéndose locos, persiguiendo su cola y animales imaginarios, que pasará por esa cabeza! Menta 






 
Tipos de menta en Argentina 

La menta silvestre en argentina es abundante en variedad, debido a los viajes entre continentes, con un clima y tipo de suelo deseado por distintas especies. Pueden encontrarse muchas clases de menta en Argentina. Principalmente, la menta Piperita ha sido extensamente cultivada en el litoral argentino, las principales ciudades son Mendoza, San Luis Córdoba y Misiones, seguida de san Juan salta y Tucumán. Otra especie llamada ”Minthostachys verticillata”, ha sido considerado una de las clases de mentas argentinas por su gran parecido organoléptico con la mentha. Recibe el nombre común de Menta Peperina, lo que ha sido bien aprovechada por el comercio argentino. 

. ¿PORQUÉ COMPRAR DIFERENTES VARIEDADES DE MENTA Y HIERBABUENA? Son muchas las ventajas de plantar menta, como has visto los usos de la menta cuidan muchos aspectos de nuestras vidas. Su gran capacidad de propagación y adaptación a tierras y climas, más sus numerosos beneficios y propiedades positivas para la salud la vuelven una planta imprescindible para el jardín. Tan distintas, todas con su olor característico a mentol, pero con ligeras diferencias cada una con una función distinta. Es asombroso ver como esta planta tiene una asombrosa capacidad de mutar dando lugar a variedades minoritarias cada una tiene su potencial en gastronomía. Tener en el mismo jardín, diferentes tipos de menta aumentara en gran medida la biodiversidad del lugar siendo saludable para tus cultivos. Las clases y tipos de menta fresca, que podrías plantar en casa , ya que estas se adaptan en todas las partes del mundo. Si pondrás la menta en un tiesto elige un lugar que el sol toque poco la planta durante el día. De cuantos tipos de menta hay, algunos son mejores para el té como el menta poleo, mientras que otras pueden comerse crudas y cocinadas, como la Piperita y la Spicata. Conocer la cantidad de mentol y sus principios activos es importante para utilizar la menta adecuadamente en cada caso. Existen cientos de especies en el género Mentha, sus diferencias pueden ser ligeras.

Los beneficios de tomar poleo menta en infusión





1. GENERA VAPOR DE POLEO MENTA PARA RESPIRAR MEJOR.
En primer destacar sus efectos del poleo menta inmediatos en todo nuestro sistema respiratorio. La menta es un potente expectorante que abre los bronquios de nuestros pulmones gracias a su principal baza, el mentol. El mentol es uno de los alcoholes saturados que hace que la menta tenga un aroma tan especial.

Infusion de poleo
El mentol, el isomentol, el neomentol, isoneomentol, eugenol, etc. son alcoholes saturados que tienen todas las plantas de menta. 

Estos alcoholes del aceite esencial son los causantes de ese agradable aroma y propiedades balsámicos que la vuelven una planta muy agradable y refrescante.

Un remedio natural accesible. El poleo menta menta destaca por sus aromas balsámicos que nos hacen respirar mejor y abrir las vías respiratorias. También alivia el dolor de cabeza, provocado por el resfriado y la gripe, aliviando la garganta ya que la infusión de menta es buena para la tos.

La menta es rica en flavonoides, taninos, betacarotenos y ácidos saludables para rejuvenecer las células. La infusión de poleo menta en el organismo es beneficiosa por sus efectos rejuvenecedores en la piel.

2. POLEO MENTA PARA HACER LA DIGESTIÓN.
Esta bebida tiene efectos sanadores para el sistema digestivo, debes saber que es un estimulante del apetito, y es muy buena tomarla antes de comer al mediodía.

hervidor eficiente
Son múltiples los beneficios del poleo menta para la digestión, es un tónico estomacal natural con efectos estimulantes. Especialmente después de una comida copiosa o por la noche. 

Tomarlo en infusión esta indicado para reducir la acidez del estómago, la gastritis e irritaciones en el esófago. Sus propiedades antisépticas  y antiespasmódicas ayudan en los procesos digestivos. Además ayuda a expulsar la bilis de la glándula biliar, mejorando el proceso colagogo, fundamental para el desarrollo de la digestión en general.

Es bueno conocer que el poleo menta tiene propiedades vermífugas, para expulsar parásitos intestinales. Para deshacerse de este tipo de daños,  se toma el poleo menta con el estómago vacío durante al menos 5 días, eso sí, con una concentración de poleo-menta muy alta.

Una infusión perfecta para no retener gases gracias a sus propiedades carminativas, tomar infusión de menta nos hace sentirnos menos pesados.

3. POLEO MENTA PARA RELAJAR EL CUERPO Y LA MENTE
El poleo menta y la menta fresca en infusión son grandes aliados para el descanso y un buen equilibrio mental. Puede quitar el dolor de cabeza si este no es muy intenso y suavizar los efectos de la migraña.

menta para el resfriado
Nos hace sudar ligeramente, eso es bueno para bajar la fiebre y la temperatura, nos mantiene hidratados y tiene efectos diuréticos, como la mayoría de tés e infusiones.

Favorece la regeneración de la musculatura caso de cansancio extremo o dolores crónicos como la tendinitis y diversos reumatismos..

Incluso mejora la circulación de la sangre, que llega a todo nuestro cuerpo incluyendo las propiedades antibacterianas y anti fúngicas, en bueno tomar poleo menta para prevenir hongos y virus. Además puedes tomar el baño con jabones hechos con menta natural, ya que es mucho más efectivo en contacto con la piel.

La menta se combina con gran cantidad de botánicos medicinales, como la canela, el tomillo y la manzanilla. La lista de botánicos y hierbas es interminable.

Es brebaje medicinal especialmente efectiva para sanar enfermedades víricas como el resfriado, gripes y catarros. Es entonces cuando enfermamos que nos deshidratamos y debemos beber te de menta o Poleo menta.

4. EL POLEO MENTA PARA DORMIR
El Poleo menta es un tipo de menta silvestre que desde se ha consumido para combatir el insomnio. Tanto la Mentha Pulegium como la Mentha Spicata y Piperita son una de las infusiones más consumidas del mundo por detrás del té.

menta para dormir
Es habitual combinar el poleo menta con plantas y botánicos relajantes como la melisa, la valeriana, la lavanda, la manzanilla y la tila. 

Lo mejor que puedes hacer es tener una planta en maceta donde puedas cortar un poco de sus hojas o flores cuando quieras una infusión relajante.

Tanto el poleo menta como las hierbas relajantes que hemos mencionado, son buenas para reducir nuestros niveles de ansiedad y estrés. Si se toma con un estado de tranquilidad poco después de caer la noche  te puede hacer dormir en minutos poco después de beberla cuando todavía dura el calor y el aroma es intenso.

 Abre los pulmones, respirando mejor y más lentamente, si te acuestas en la postura correcta evitarás roncar o entrecortar tu respiración, además de dejarte un aliento fresco te ayuda a despertar un poco mejor cada día.

Curiosidades sobre el poleo menta 
1. ¿PORQUÉ SE LLAMA POLEO MENTA?
La palabra latina Pulegium hace referencia a las propiedades del poleo para repeler las pulgas, piojos y otros insectos indeseables. Puede llamarse menta-poleo, poleo-menta o simplemente poleo.

Era una costumbre en la antigüedad quemar esta planta en el interior de las casas para zafarse de esta incomoda plaga.

2. ¿QUÉ CURA EL POLEO MENTA?
Como hemos comentado las propiedades del poleo menta ayudan a aliviar diferentes dolencias y enfermedades respiratorias y digestivas. Además, es bueno para la piel, el sueño y disminuye el dolor de cabeza derivado de la congestión, la gripe y el catarro.

3. ¿CÓMO SE DEBE PREPARAR Y TOMAR EL POLEO MENTA?
Para tomarlo debes volver a hidratarlo en agua caliente. Una vez haya hervido el agua, para el fuego para verter el poleo, pero recuerda, no debes hervir el poleo menta, sino añadirlo cuando la temperatura esté bajando.

Puedes preparar el poleo menta en taza o en tetera, por cada  litro de agua añade unos 20 gramos de poleo menta, un puñado de hojas de poleo son suficientes para dar ese sabor fresco y a la vez con un toque amargo favorito de miles para personas.

4. ¿CUÁNTO POLEO PUEDO TOMAR AL DÍA?
Claro que por mucho que te guste el poleo menta, no es recomendable beber litros y litros de esta infusión. El poleo es una planta buena para el cuerpo pero no es una cura milagrosa para adelgazar, es importante mantener un equilibrio en tu dieta.

No inundes tu cuerpo con esta bebida, un par de tazas al día, después de las comidas recomendables para mantenerte sano. En las mujeres, es un excelente aliado para la menstruación, en caso de trastornos, se recomienda beber una taza pequeña cada 3 horas.

5. ¿CUÁNDO TOMAR POLEO MENTA?
Tomar poleo menta por las mañanas es beneficioso, te hidrata y sus compuestos estimulantes te ayudan a despertar, mejorando la atención en el estudio y el trabajo.

Puedes tomar el poleo menta antes de las comidas, ya que es un gran aliado para la digestión, regulando tu apetito si estas desganado.

6. ¿QUÉ ES MEJOR EL POLEO MENTA, LA MANZANILLA O EL TÉ VERDE?
La menta poleo es un digestivo natural único en la naturaleza, mejor que la manzanilla en ese aspecto. 

Por otro lado la manzanilla es un relajante muscular agradable que facilita el sueño de una forma asombrosa. La menta ayuda a mantener las células sanas, pero el té verde es uno de los mejores antioxidantes que pueden consumirse.

Por lo tanto, una será mejor que la otra según para que la necesites. Si te gustan las hierbas aromáticas. 

Te recomiendo que prepares tu propia infusión con varias, ya que estas se complementarán incorporando sus beneficios, clica en la imagen del té de menta para ver algunas recetas con poleo menta.

tés e infusiones de menta
RECETAS CON POLEO
7. ¿PUEDO TOMAR POLEO MENTA SI ESTOY EMBARAZADA?
Evita tomar infusiones de Poleo Menta durante el embarazo por varios motivos, es una planta abortiva si se consume en exceso, tiene efectos en el útero y en ocasiones provoca contracciones que pueden provocar partos prematuros si estas en una fase avanzada.

Sin embargo, es excelente para regular la menstruación por sus efectos emagogos y antiespasmódicos, siempre y cuando consumas poleo menta infusionado a diario. Si tienes dolores intensos derivados de la menstruación, toma poleo-menta, te ayudará a calmarlos.

8. ¿DÓNDE CRECE EL POLEO MENTA?
La planta mentha pulegium es natural de la zona mediterránea y Asia occidental, necesitas suelos ricos en nutrientes y humedad. Actualmente crece en todos aquellos países con un clima moderado con precipitaciones frecuentes. Para cultivar el poleo menta mira primero la Guía para plantar menta y hierbabuena.

España es uno de los principales productores de poleo menta en el mundo, en Brasil y Estados unidos se encuentran también grandes latifundios con esta planta.

9. ¿CÓMO SEMBRAR POLEO MENTA?
Si vas a plantar el poleo menta de semilla, deberás esperar a la primavera para que estas nazcan y puedan desarrollarse con un clima benevolente en los siguientes meses. Claro que si solo vas a cultivar el poleo menta de forma doméstica, puedes hacer crecer la semilla de poleo menta dentro de casa fácilmente en cualquier época del año.

En caso de un cultivo más extenso en un terreno, comprueba la humedad del suelo, este debe ser rico en materia orgánica como humus y demás vegetación en descomposición. Necesitan 40 cm entre planta y planta, por lo demás no pide muchos cuidados además de riegos periódicos.

10 ¿CÚANDO COSECHAR EL POLEO MENTA?
El poleo menta se puede recolectar en cualquier momento, ya que no tiene una fecha específica. Cuando la planta de poleo tiene el tamaño deseado, esta lista para su comercialización y consumo. Es una planta aromática que puede cosecharse 2 o 3 veces al año. Por consiguiente, con pocas plantas de Mentha Pulegium, no te faltara menta-poleo.

Los compuestos beneficiosos del poleo menta se concentran en sus hojas, por lo tanto no es necesario esperar al periodo de floración, en incluso podría cosecharse durante la misma.



viernes, 20 de marzo de 2020

.Comer como conducta automática.



Una conducta controlada por el entorno más que por el individuo.
 

Conducta ingestiva

Introducción

Quizás el más misterioso y frustrante aspecto de la obesidad epidémica es el contraste entre lo que se sabe de la biología del problema y la incapacidad para detener la epidemia. Durante los últimos 25 años, el porcentaje de norteamericanos obesos (índice de masa corporal [IMC] ≥ 30 kg/m2) ha aumentado de 14,5% a 32,2%. Muchos queda por aprender acerca del metabolismo de los macronutrientes, pero nadie se ha opuesto seriamente al concepto que la obesidad es la consecuencia de que la ingesta calórica supera al gasto calórico. Porqué las personas continúan consumiendo más calorías que las necesarias cuando las consecuencias son tan evidentes, estigmatizantes y por todos conocido insalubres, es una pregunta que todavía no ha obtenido respuesta.
La obesidad epidémica solo puede haber surgido en las recientes décadas debido a una disminución de la actividad física, el aumento del consumo calórico, o ambos. Aunque la contribución de la inactividad física al problema todavía no es clara, tanto el consumo de alimentos como los datos sobre la cantidad de alimentos distribuidos en Estados Unidos indican que el consumo calórico del norteamericano promedio ha aumentado durante los últimos años. Esta evidencia debe llamar nuestra atención sobre un interrogante más importante de esta epidemia: ¿por qué la gente come demasiado?
Los esfuerzos nacionales por tratar y prevenir la obesidad dependen de una educación muy profunda de la población para regular su ingesta de alimentos a través de la publicación de guías generales sobre nutrición, promoción de dietas personalizadas e información en las etiquetas de la composición nutricional de los alimentos. El crecimiento continuado de la epidemia, a pesar del empleo de estas técnicas, debe hacer que la gente se pregunte cuáles son las causas de que esto suceda. La suposición más importante es que, dada la información y la motivación correctas, con el tiempo, las personas pueden mucho más reducir su ingesta de alimentos que su gasto calórico. A su vez, esta suposición implica que el comer es un acto conciente. Una suposición alternativa es que el comer es una conducta controlada por el entorno más que por el individuo. Esta idea está avalada por investigaciones sobre las influencias ambientales sobre el acto de comer y la naturaleza automática de ciertas conductas.
Influencias ambientales sobre el acto de comer
En años recientes, muchos estudios han demostrado la gran influencia que tiene el ambiente sobre la cantidad de alimentos que consumen las personas. En particular, el tamaño de las porciones parece ser muy importante para los patrones de consumo; las personas a las que se sirven porciones más grandes simplemente comen más comida, sin tener en cuenta su peso y el tipo de comida o la hora de las otras comidas. Por ejemplo, en un restaurante, las personas a las que se sirvió un plato de pastas 50% más grande que la porción normal comió 43% más que las personas a las que se sirvió una porción normal, aumentando su consumo calórico en 159 kcal. Los hombres a los que se suministró una bolsa de 175 gr. de papas fritas triplicaron la cantidad de papas fritas que comieron, comparados con los hombres que comieron de una bolsita de 25 g, llegando a consumir 311 kcal. La tentación de comer comida con las manos es tan fuerte que los seres humanos comen más, aun si la comida sabe mal. En un estudio, los asistentes a un cine a quienes se les suministraron cajas de palomitas de maíz de tamaño doble de lo normal y que 14 días antes se habían quejado del gusto, comieron todavía el 34 % más que las personas que comieron palomitas de maíz viejas de cajas de tamaño normal.
Más allá del tamaño de la porción, un principio es que la cantidad de alimento consumido aumenta a medida que el esfuerzo para comerlo disminuye, aun si la diferencia del esfuerzo es insignificante. Por ejemplo, los oficinistas que tenían chocolate Kisses en su escritorio comieron un promedio de 5,6 más caramelos (total: 136 kcal) por día que los compañeros que tenían los caramelos guardados a 2 metros de distancia. La cantidad en kilocalorías demostrada por este experimento es importante, porque un pequeño desequilibrio calórico mantenido en el tiempo puede producir obesidad. En efecto, se calcula que la ganancia de peso media en la obesidad epidémica en las últimas décadas podría estar causada por un exceso diario de solo 100 a 150 kcal.
La mera visión de la comida puede incitar a comer. Por ejemplo, Wansink y col. demostraron que los oficinistas comieron 3,1 más chocolates (total: 75 kcal) cuando los caramelos estaban guardados en envases transparentes. En otro experimento interesante de los mismos autores, los investigadores rellenaron los platos de sopa de los trabajadores mientras éstos comían, pero en forma inadvertida por ellos, y comprobaron que comieron 73% más sopa. El trabajo de Wansink demuestra repetidamente que las señales ambientales influyen sobre la frecuencia y la cantidad de comida y que las personas no suelen reconocer esas señales.
El contexto en el cual están ubicados los lugares de comida también influye mucho sobre los patrones de consumo. Cuanto más prolongada es la comida, más se come. La cantidad de comida que las personas comen está directa y fuertemente relacionada con el número de personas que comparten la comida; el consumo de alimentos aumenta un 28% cuando otra persona está presente y sigue aumentando progresivamente hasta el 71% cuando el número de compañeros de mesa son seis o más, como fue demostrado en otro estudio. Comer en compañía de otras personas también introduce otros efectos sociales poderosos.
Secuencia ambiente-percepción-conducta
En los últimos tiempos, los investigadores han hecho progresos no relacionados con el acto comer o la obesidad, comprendiendo cómo responden los seres humanos al estímulo ambiental. El ambiente es el contexto en el cual los seres humanos actúan y reaccionan. Cada momento, a través de lo que ven u oyen, los individuos perciben lo que sucede a su alrededor. Algunas de esas percepciones ocurren en forma inconciente, y muchas respuestas conductuales también ocurren sin advertencia o conciencia.
Los psicólogos han comprobado que si las conductas aparecen como instintivas o deliberadas, las respuestas conductuales a los estímulos ambientales pueden ser influenciadas por lo que se ha denominado “priming” (preparación), o la manipulación de las decisiones o juicios por la presentación previa de las palabras, conceptos o imágenes que no fueron percibidas como relacionadas con el accionar de las manos. Los efectos del priming pueden ser sorprendentes. Por ejemplo, Bargh y col. prepararon a individuos haciéndolos resolver un rompecabezas de palabras relacionadas con el enojo, como grosero, descortés o,desagradable; luego, esos sujetos mostraron más posibilidad de interrumpir una conversación que los sujetos preparados con palabras neutrales o relacionadas con la amabilidad. North y col. mostraron que cuando tocaban música francesa en un almacén de venta de vinos, las personas compraban más vinos franceses y que cuando se propalaba una música alemana, la venta de vinos alemanes aumentaba, con una conciencia escasa o nula del efecto de la música sobre sus compras. Un ejemplo de cómo el consumo de alimentos puede ser influenciado por el “priming” fue comprobado en un estudio en el cual individuos sedientos que tenían una “cara feliz”, consideraron que la bebida con sabor frutal que bebieron tenía buen gusto a diferencia de los sujetos que mostraban una “cara enojada”, quienes la catalogaron de mal.
Otro determinante importante de cómo los seres humanos responden a cualquier manifestación de su ambiente es simplemente su notabilidad, es decir, cuánto de lo que sucede en el entorno llama su atención. Por ejemplo, los investigadores de técnicas de mercado (marketing) han comprobado que cuando el espacio en la góndola del supermercado se llena con el doble de mercadería, las ventas aumentan un 40%. Este efecto se produce independientemente de si el producto es popular o impopular. Las ventas también aumentan cuando la mercadería se muestra en expositores especiales y cuando se ubican a nivel de los ojos del comprador. Las cadenas de supermercados, concientes de este principio, maximizan sus ventas exponiendo los artículos que dan mayor ganancia de manera muy visible, con grandes demostraciones.
Conductas automáticas
Los seres humanos tienen capacidades cognitivas limitadas; solo tienen capacidad para procesar, en forma conciente, 40 a 60 bits de información por segundo—equivalente a una frase corta. Sin embargo, su capacidad de procesamiento completa, la cual incluye el sistema visual y el inconciente, se calcula en 11 millones de bits por segundo. Por lo tanto, el cerebro necesita mecanismos que no requieren la conciencia cognitiva para percibir el ambiente y reaccionar ante él. En efecto, la capacidad de los seres humanos para ser efectivos y tener un alto rendimiento depende no solo de su capacidad para pensar en abstracto y creativamente sino también en su capacidad para dejar libres los pensamientos del nivel superior asignando las tareas rutinarias al nivel cerebral inferior. Por lo tanto, las conductas no cognitivas no son un signo de debilidad sino de adaptación que permiten a los seres humanos ser una especie particularmente productiva.
En la actualidad, los psicólogos han adquirido mayor conocimiento de las conductas automáticas, las cuales pueden ser definidas como aquellas que operan sin la dirección cognitiva. Para las decisiones concientes se requiere un gran esfuerzo mental y su implementación posterior constituye las conductas. La mayoría de las respuestas de los seres humanos al ambiente pueden ser consideradas conductas automáticas. Las personas sonríen o ríen cuando se divierten, fruncen el ceño cuando están enojados, se asustan cuando son sorprendidos por un ruido y tensan sus músculos cuando están asustados, todo esto sin una decisión conciente o un estado conciente de su comportamiento. Un ejemplo de una conducta automática más compleja es el mimetismo social. En una conversación, las personas imitan las maneras de los otros, como la sonrisa, la rubicundez de la cara y la agitación de los pies, independientemente de si son conocidos o no.
Bargh ha definido cuatro características de las conductas automáticas:

1) ocurren en forma inconciente
2) se inician sin intención
3) continúan sin control una vez iniciadas
4) operan eficientemente o con poco esfuerzo.

Sin embargo, no se requieren todos estos criterios para que una conducta sea considerada automática. Los estudios sobre el consumo de alimentos indican que comer debe ser considerado una conducta automática. Las personas no suelen ser concientes de cuánto comen. En los estudios que demuestran la influencia del tamaño de las porciones, las personas a las que se sirven porciones grandes usualmente no creen que han comido más que las personas a las que se sirvió una porción de tamaño normal, y cuando son encuestados no informan haber sentido más plenitud gástrica comparados con las personas que comieron porciones más pequeñas. La evidencia de que el acto de comer comienza sin un intento conciente puede provenir de la tendencia a comer cualquier alimento simplemente porque es la hora de comer y no por la sensación de hambre.
En general, una vez que la persona comienza a comer, continúa hasta que la comida se termina o hasta que algún hecho externo cambia la situación. En un estudio, las personas tendieron a no parar de comer porque estaban satisfechas sino porque no había más alimento o bebida, no tenían tiempo para seguir comiendo o habían terminado de mirar la televisión. Estos estudios también demuestran que el acto natural de comer, sin esfuerzo, tiende a ser continuo. No se requiere esfuerzo para continuar comiendo en presencia de la comida pero sí se requiere esfuerzo para dejar de comer, en presencia de comida. Es intuitivo considerar que las conductas centrales para la supervivencia de un ser humano o un animal son automáticas. Las evaluaciones de la seguridad de nuestro entorno y los juicios sobre el peligro potencial planteado por forasteros son a menudo automáticos y basados en estereotipos. La respuesta “pelee o vuele” sería demasiado lenta para poseer un carácter protector si es requerida para deliberar una toma de decisiones. Debido a que la tarea evolutiva central de los seres humanos ha sido consumir energía para vivir, no es de sorprender que estemos programados para comer, siempre que la comida esté a nuestro alcance.
El hecho de considerar el comer como una conducta automática no significa que los seres humanos no puedan comer bajo el control de su voluntad. Las personas pueden rehusar comer postres o resistir la tentación de comer chocolates guardados en el escritorio. Todas las conductas automáticas pueden ser controladas temporalmente. Los seres humanos pueden concientemente evitar sonreir cuando se divierten, fruncir el ceño cuando están enojados o tensar sus músculos cuanto están asustados. Pero esto significa un esfuerzo. La cantidad de esfuerzo requerida para rechazar la comida a la vista del alimento es importante, y es casi imposible sostenerlo mucho tiempo.
En general, el autocontrol de los seres humanos sobre sus conductas automáticas es limitado. El autocontrol se cansa como lo hace un músculo y disminuye nuestra capacidad para hacer otras tareas. Y así como el alimento rechazado disminuye las reservas mentales de la persona, las tareas requieren un esfuerzo mental que puede reducir la capacidad para resistir la tentación del alimento. En un estudio, las personas que trataron de mantener una dieta mientras deliberadamente se les propuso un problema insoluble aumentaron la ingesta de alimentos comparados con las personas que no trataban de controlar su comida. La demanda mental elevada que implica hacer dieta puede parcialmente explicar el patrón observado comúnmente de los que hacen dieta, quienes al inicio pierden peso para después ganarlo.
Las conductas automáticas tienen otra característica importante. Debido a que las personas no son concientes de las conductas, tampoco son concientes de las conductas que no están bajo su control. Nisbett y Wilson han comprobado que las personas suelen no ser concientes de un estímulo particular que desencadena una respuesta y aún si tuvieran conciencia del estímulo y la respuesta, pueden no estar advertidos de que realmente fue el estímulo el que causó la respuesta. En realidad, las personas tienden a elaborar razones para explicar sus conductas, eligiendo siempre las más plausibles y acordes con las teorías culturalmente aceptables. Bargh y Chartrand comprobaron que, aun después de haber conocido los resultados de los experimentos que demuestran la naturaleza automática de sus acciones, las personas que participaron continuaron rehusándose a creer que aquellas acciones no eran el resultado de una elección conciente. Nuestra dificultad para aceptar cuán fuerte es la influencia del ambiente en nuestra manera de comer puede provenir de nuestra incapacidad para reconocer y aceptar que nuestra manera de comer es una conducta automática. Sentimos culpa por nuestra debilidad para mantener una dieta, cuando es más posible que nuestras respuestas automáticas estén en relación con las señales para comer y la disponibilidad de alimentos baratos, convenientes y densos en calorías.
Si la conducta de comer es automática, se podría predecir que los alimentos más elegidos serían los que están más disponibles y más visibles y esto requiere el menor esfuerzo para comer, como lo son los alimentos precocidos y envasados y las bebidas que pueden ser ingeridos sin utensilios. De hecho, los alimentos que han mostrado mayor aumento en las ventas en el cuarto de siglo pasado son los siguientes: refrescos, bocados salados, papas fritas y pizza.
Comentarios
Es tentador creer que las personas con sobrepeso no son concientes de su peso. Pero la mayoría de los americanos se consideran obesos, y cerca de un tercio está tratando activamente de perder peso, incluyendo las mujeres con ÍMC de 18,5 a 25 kg/m2. La observación de que tantas personas continúan engordando a pesar de su deseo de ser delgados se explica más considerando al acto de comer como una conducta automática.
El concepto de que comer es una conducta automática, en oposición a una conducta que los seres humanos pueden regular, tiene consecuencias importantes sobre la obesidad epidémica. En efecto, los investigadores han descrito como un “ambiente tóxico” de donde nace la obesidad epidémica al nivel elevado de mercadeo, accesibilidad y cantidad de alimentos. “Este concepto indica que los abordajes educativos y motivadores para reducir el nivel de consumo de la población, como la guía que representa la pirámide nutricional, la información nutricional en las etiquetas y el consejo dietético, continuarán fracasando”. En lugar de estos enfoques para reducir el consumo, los autores enfatizan disminuir la accesibilidad, la visibilidad y las cantidades de alimentos a las cuales están expuestas las personas, y reducir las señales del ambiente que incitan a comer.
Los mejores abordajes incluyen la reducción del tamaño de las porciones, la limitación del acceso a las alimentos listos para comer, limitando la disponibilidad de comidas “al paso” en las escuelas y lugares de trabajo, y reduciendo la publicidad de alimentos. Debido a que los seres humanos parecen ser muy sensibles a pequeños cambios en el entorno del alimento, esas modificaciones pueden no necesitar ser prolongadas para ser efectivas. Por otra parte, debido a la naturaleza automática de comer y a que en la actualidad la gente está consumiendo más calorías que lo que necesita, esos cambios—una vez implementados—podrían ser muy bien notados. Esta perspectiva representa nuestra mayor esperanza para controlar la obesidad epidémica.


Referencias
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omer como una conducta automática
Una conducta controlada por el entorno más que por el individuo.
 

Conducta ingestiva
Introducción
Quizás el más misterioso y frustrante aspecto de la obesidad epidémica es el contraste entre lo que se sabe de la biología del problema y la incapacidad para detener la epidemia. Durante los últimos 25 años, el porcentaje de norteamericanos obesos (índice de masa corporal [IMC] ≥ 30 kg/m2) ha aumentado de 14,5% a 32,2%. Muchos queda por aprender acerca del metabolismo de los macronutrientes, pero nadie se ha opuesto seriamente al concepto que la obesidad es la consecuencia de que la ingesta calórica supera al gasto calórico. Porqué las personas continúan consumiendo más calorías que las necesarias cuando las consecuencias son tan evidentes, estigmatizantes y por todos conocido insalubres, es una pregunta que todavía no ha obtenido respuesta.
La obesidad epidémica solo puede haber surgido en las recientes décadas debido a una disminución de la actividad física, el aumento del consumo calórico, o ambos. Aunque la contribución de la inactividad física al problema todavía no es clara, tanto el consumo de alimentos como los datos sobre la cantidad de alimentos distribuidos en Estados Unidos indican que el consumo calórico del norteamericano promedio ha aumentado durante los últimos años. Esta evidencia debe llamar nuestra atención sobre un interrogante más importante de esta epidemia: ¿por qué la gente come demasiado?
Los esfuerzos nacionales por tratar y prevenir la obesidad dependen de una educación muy profunda de la población para regular su ingesta de alimentos a través de la publicación de guías generales sobre nutrición, promoción de dietas personalizadas e información en las etiquetas de la composición nutricional de los alimentos. El crecimiento continuado de la epidemia, a pesar del empleo de estas técnicas, debe hacer que la gente se pregunte cuáles son las causas de que esto suceda. La suposición más importante es que, dada la información y la motivación correctas, con el tiempo, las personas pueden mucho más reducir su ingesta de alimentos que su gasto calórico. A su vez, esta suposición implica que el comer es un acto conciente. Una suposición alternativa es que el comer es una conducta controlada por el entorno más que por el individuo. Esta idea está avalada por investigaciones sobre las influencias ambientales sobre el acto de comer y la naturaleza automática de ciertas conductas.
Influencias ambientales sobre el acto de comer
En años recientes, muchos estudios han demostrado la gran influencia que tiene el ambiente sobre la cantidad de alimentos que consumen las personas. En particular, el tamaño de las porciones parece ser muy importante para los patrones de consumo; las personas a las que se sirven porciones más grandes simplemente comen más comida, sin tener en cuenta su peso y el tipo de comida o la hora de las otras comidas. Por ejemplo, en un restaurante, las personas a las que se sirvió un plato de pastas 50% más grande que la porción normal comió 43% más que las personas a las que se sirvió una porción normal, aumentando su consumo calórico en 159 kcal. Los hombres a los que se suministró una bolsa de 175 gr. de papas fritas triplicaron la cantidad de papas fritas que comieron, comparados con los hombres que comieron de una bolsita de 25 g, llegando a consumir 311 kcal. La tentación de comer comida con las manos es tan fuerte que los seres humanos comen más, aun si la comida sabe mal. En un estudio, los asistentes a un cine a quienes se les suministraron cajas de palomitas de maíz de tamaño doble de lo normal y que 14 días antes se habían quejado del gusto, comieron todavía el 34 % más que las personas que comieron palomitas de maíz viejas de cajas de tamaño normal.
Más allá del tamaño de la porción, un principio es que la cantidad de alimento consumido aumenta a medida que el esfuerzo para comerlo disminuye, aun si la diferencia del esfuerzo es insignificante. Por ejemplo, los oficinistas que tenían chocolate Kisses en su escritorio comieron un promedio de 5,6 más caramelos (total: 136 kcal) por día que los compañeros que tenían los caramelos guardados a 2 metros de distancia. La cantidad en kilocalorías demostrada por este experimento es importante, porque un pequeño desequilibrio calórico mantenido en el tiempo puede producir obesidad. En efecto, se calcula que la ganancia de peso media en la obesidad epidémica en las últimas décadas podría estar causada por un exceso diario de solo 100 a 150 kcal.
La mera visión de la comida puede incitar a comer. Por ejemplo, Wansink y col. demostraron que los oficinistas comieron 3,1 más chocolates (total: 75 kcal) cuando los caramelos estaban guardados en envases transparentes. En otro experimento interesante de los mismos autores, los investigadores rellenaron los platos de sopa de los trabajadores mientras éstos comían, pero en forma inadvertida por ellos, y comprobaron que comieron 73% más sopa. El trabajo de Wansink demuestra repetidamente que las señales ambientales influyen sobre la frecuencia y la cantidad de comida y que las personas no suelen reconocer esas señales.
El contexto en el cual están ubicados los lugares de comida también influye mucho sobre los patrones de consumo. Cuanto más prolongada es la comida, más se come. La cantidad de comida que las personas comen está directa y fuertemente relacionada con el número de personas que comparten la comida; el consumo de alimentos aumenta un 28% cuando otra persona está presente y sigue aumentando progresivamente hasta el 71% cuando el número de compañeros de mesa son seis o más, como fue demostrado en otro estudio. Comer en compañía de otras personas también introduce otros efectos sociales poderosos.
Secuencia ambiente-percepción-conducta
En los últimos tiempos, los investigadores han hecho progresos no relacionados con el acto comer o la obesidad, comprendiendo cómo responden los seres humanos al estímulo ambiental. El ambiente es el contexto en el cual los seres humanos actúan y reaccionan. Cada momento, a través de lo que ven u oyen, los individuos perciben lo que sucede a su alrededor. Algunas de esas percepciones ocurren en forma inconciente, y muchas respuestas conductuales también ocurren sin advertencia o conciencia.
Los psicólogos han comprobado que si las conductas aparecen como instintivas o deliberadas, las respuestas conductuales a los estímulos ambientales pueden ser influenciadas por lo que se ha denominado “priming” (preparación), o la manipulación de las decisiones o juicios por la presentación previa de las palabras, conceptos o imágenes que no fueron percibidas como relacionadas con el accionar de las manos. Los efectos del priming pueden ser sorprendentes. Por ejemplo, Bargh y col. prepararon a individuos haciéndolos resolver un rompecabezas de palabras relacionadas con el enojo, como grosero, descortés o,desagradable; luego, esos sujetos mostraron más posibilidad de interrumpir una conversación que los sujetos preparados con palabras neutrales o relacionadas con la amabilidad. North y col. mostraron que cuando tocaban música francesa en un almacén de venta de vinos, las personas compraban más vinos franceses y que cuando se propalaba una música alemana, la venta de vinos alemanes aumentaba, con una conciencia escasa o nula del efecto de la música sobre sus compras. Un ejemplo de cómo el consumo de alimentos puede ser influenciado por el “priming” fue comprobado en un estudio en el cual individuos sedientos que tenían una “cara feliz”, consideraron que la bebida con sabor frutal que bebieron tenía buen gusto a diferencia de los sujetos que mostraban una “cara enojada”, quienes la catalogaron de mal.
Otro determinante importante de cómo los seres humanos responden a cualquier manifestación de su ambiente es simplemente su notabilidad, es decir, cuánto de lo que sucede en el entorno llama su atención. Por ejemplo, los investigadores de técnicas de mercado (marketing) han comprobado que cuando el espacio en la góndola del supermercado se llena con el doble de mercadería, las ventas aumentan un 40%. Este efecto se produce independientemente de si el producto es popular o impopular. Las ventas también aumentan cuando la mercadería se muestra en expositores especiales y cuando se ubican a nivel de los ojos del comprador. Las cadenas de supermercados, concientes de este principio, maximizan sus ventas exponiendo los artículos que dan mayor ganancia de manera muy visible, con grandes demostraciones.
Conductas automáticas
Los seres humanos tienen capacidades cognitivas limitadas; solo tienen capacidad para procesar, en forma conciente, 40 a 60 bits de información por segundo—equivalente a una frase corta. Sin embargo, su capacidad de procesamiento completa, la cual incluye el sistema visual y el inconciente, se calcula en 11 millones de bits por segundo. Por lo tanto, el cerebro necesita mecanismos que no requieren la conciencia cognitiva para percibir el ambiente y reaccionar ante él. En efecto, la capacidad de los seres humanos para ser efectivos y tener un alto rendimiento depende no solo de su capacidad para pensar en abstracto y creativamente sino también en su capacidad para dejar libres los pensamientos del nivel superior asignando las tareas rutinarias al nivel cerebral inferior. Por lo tanto, las conductas no cognitivas no son un signo de debilidad sino de adaptación que permiten a los seres humanos ser una especie particularmente productiva.
En la actualidad, los psicólogos han adquirido mayor conocimiento de las conductas automáticas, las cuales pueden ser definidas como aquellas que operan sin la dirección cognitiva. Para las decisiones concientes se requiere un gran esfuerzo mental y su implementación posterior constituye las conductas. La mayoría de las respuestas de los seres humanos al ambiente pueden ser consideradas conductas automáticas. Las personas sonríen o ríen cuando se divierten, fruncen el ceño cuando están enojados, se asustan cuando son sorprendidos por un ruido y tensan sus músculos cuando están asustados, todo esto sin una decisión conciente o un estado conciente de su comportamiento. Un ejemplo de una conducta automática más compleja es el mimetismo social. En una conversación, las personas imitan las maneras de los otros, como la sonrisa, la rubicundez de la cara y la agitación de los pies, independientemente de si son conocidos o no.
Bargh ha definido cuatro características de las conductas automáticas:
1) ocurren en forma inconciente
2) se inician sin intención
3) continúan sin control una vez iniciadas
4) operan eficientemente o con poco esfuerzo.
Sin embargo, no se requieren todos estos criterios para que una conducta sea considerada automática. Los estudios sobre el consumo de alimentos indican que comer debe ser considerado una conducta automática. Las personas no suelen ser concientes de cuánto comen. En los estudios que demuestran la influencia del tamaño de las porciones, las personas a las que se sirven porciones grandes usualmente no creen que han comido más que las personas a las que se sirvió una porción de tamaño normal, y cuando son encuestados no informan haber sentido más plenitud gástrica comparados con las personas que comieron porciones más pequeñas. La evidencia de que el acto de comer comienza sin un intento conciente puede provenir de la tendencia a comer cualquier alimento simplemente porque es la hora de comer y no por la sensación de hambre.
En general, una vez que la persona comienza a comer, continúa hasta que la comida se termina o hasta que algún hecho externo cambia la situación. En un estudio, las personas tendieron a no parar de comer porque estaban satisfechas sino porque no había más alimento o bebida, no tenían tiempo para seguir comiendo o habían terminado de mirar la televisión. Estos estudios también demuestran que el acto natural de comer, sin esfuerzo, tiende a ser continuo. No se requiere esfuerzo para continuar comiendo en presencia de la comida pero sí se requiere esfuerzo para dejar de comer, en presencia de comida. Es intuitivo considerar que las conductas centrales para la supervivencia de un ser humano o un animal son automáticas. Las evaluaciones de la seguridad de nuestro entorno y los juicios sobre el peligro potencial planteado por forasteros son a menudo automáticos y basados en estereotipos. La respuesta “pelee o vuele” sería demasiado lenta para poseer un carácter protector si es requerida para deliberar una toma de decisiones. Debido a que la tarea evolutiva central de los seres humanos ha sido consumir energía para vivir, no es de sorprender que estemos programados para comer, siempre que la comida esté a nuestro alcance.
El hecho de considerar el comer como una conducta automática no significa que los seres humanos no puedan comer bajo el control de su voluntad. Las personas pueden rehusar comer postres o resistir la tentación de comer chocolates guardados en el escritorio. Todas las conductas automáticas pueden ser controladas temporalmente. Los seres humanos pueden concientemente evitar sonreir cuando se divierten, fruncir el ceño cuando están enojados o tensar sus músculos cuanto están asustados. Pero esto significa un esfuerzo. La cantidad de esfuerzo requerida para rechazar la comida a la vista del alimento es importante, y es casi imposible sostenerlo mucho tiempo.
En general, el autocontrol de los seres humanos sobre sus conductas automáticas es limitado. El autocontrol se cansa como lo hace un músculo y disminuye nuestra capacidad para hacer otras tareas. Y así como el alimento rechazado disminuye las reservas mentales de la persona, las tareas requieren un esfuerzo mental que puede reducir la capacidad para resistir la tentación del alimento. En un estudio, las personas que trataron de mantener una dieta mientras deliberadamente se les propuso un problema insoluble aumentaron la ingesta de alimentos comparados con las personas que no trataban de controlar su comida. La demanda mental elevada que implica hacer dieta puede parcialmente explicar el patrón observado comúnmente de los que hacen dieta, quienes al inicio pierden peso para después ganarlo.
Las conductas automáticas tienen otra característica importante. Debido a que las personas no son concientes de las conductas, tampoco son concientes de las conductas que no están bajo su control. Nisbett y Wilson han comprobado que las personas suelen no ser concientes de un estímulo particular que desencadena una respuesta y aún si tuvieran conciencia del estímulo y la respuesta, pueden no estar advertidos de que realmente fue el estímulo el que causó la respuesta. En realidad, las personas tienden a elaborar razones para explicar sus conductas, eligiendo siempre las más plausibles y acordes con las teorías culturalmente aceptables. Bargh y Chartrand comprobaron que, aun después de haber conocido los resultados de los experimentos que demuestran la naturaleza automática de sus acciones, las personas que participaron continuaron rehusándose a creer que aquellas acciones no eran el resultado de una elección conciente. Nuestra dificultad para aceptar cuán fuerte es la influencia del ambiente en nuestra manera de comer puede provenir de nuestra incapacidad para reconocer y aceptar que nuestra manera de comer es una conducta automática. Sentimos culpa por nuestra debilidad para mantener una dieta, cuando es más posible que nuestras respuestas automáticas estén en relación con las señales para comer y la disponibilidad de alimentos baratos, convenientes y densos en calorías.
Si la conducta de comer es automática, se podría predecir que los alimentos más elegidos serían los que están más disponibles y más visibles y esto requiere el menor esfuerzo para comer, como lo son los alimentos precocidos y envasados y las bebidas que pueden ser ingeridos sin utensilios. De hecho, los alimentos que han mostrado mayor aumento en las ventas en el cuarto de siglo pasado son los siguientes: refrescos, bocados salados, papas fritas y pizza.
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Es tentador creer que las personas con sobrepeso no son concientes de su peso. Pero la mayoría de los americanos se consideran obesos, y cerca de un tercio está tratando activamente de perder peso, incluyendo las mujeres con ÍMC de 18,5 a 25 kg/m2. La observación de que tantas personas continúan engordando a pesar de su deseo de ser delgados se explica más considerando al acto de comer como una conducta automática.
El concepto de que comer es una conducta automática, en oposición a una conducta que los seres humanos pueden regular, tiene consecuencias importantes sobre la obesidad epidémica. En efecto, los investigadores han descrito como un “ambiente tóxico” de donde nace la obesidad epidémica al nivel elevado de mercadeo, accesibilidad y cantidad de alimentos. “Este concepto indica que los abordajes educativos y motivadores para reducir el nivel de consumo de la población, como la guía que representa la pirámide nutricional, la información nutricional en las etiquetas y el consejo dietético, continuarán fracasando”. En lugar de estos enfoques para reducir el consumo, los autores enfatizan disminuir la accesibilidad, la visibilidad y las cantidades de alimentos a las cuales están expuestas las personas, y reducir las señales del ambiente que incitan a comer.
Los mejores abordajes incluyen la reducción del tamaño de las porciones, la limitación del acceso a las alimentos listos para comer, limitando la disponibilidad de comidas “al paso” en las escuelas y lugares de trabajo, y reduciendo la publicidad de alimentos. Debido a que los seres humanos parecen ser muy sensibles a pequeños cambios en el entorno del alimento, esas modificaciones pueden no necesitar ser prolongadas para ser efectivas. Por otra parte, debido a la naturaleza automática de comer y a que en la actualidad la gente está consumiendo más calorías que lo que necesita, esos cambios—una vez implementados—podrían ser muy bien notados. Esta perspectiva representa nuestra mayor esperanza para controlar la obesidad epidémica.


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Te invitamos a tomar conciencia de que somos un ingrediente emocional de nuestras comidas

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