El mijo, el sorgo o el tef son cereales que destacan por su valor nutritivo y sus particularidades culinarias
El tef, el sorgo, el mijo y la quinua (sin ser un cereal) son algunos de los granos empleados por distintas civilizaciones como componentes básicos de la dieta diaria. Su estudio bromatológico insinúa su interesante valor nutritivo, así como sus particularidades culinarias y posibilidades para integrarlos en el menú. Pero no son nada comunes en la gastronomía, una traba para el consumidor ávido de probar nuevos alimentos y beneficiarse de sus nutrientes.
Sorgo y mijo, elementales
Esta pareja de cereales es la base energética que garantiza la seguridad alimentaria de millones de personas que viven en zonas semiáridas de Asia y África. El 90% de la superficie dedicada al cultivo del sorgo y el 95% de la siembra de mijo en el mundo se encuentran en países en desarrollo de sendos continentes. El sorgo se destina tanto a la alimentación humana como animal, mientras que el mijo se reserva casi en exclusiva para la dieta humana.
En conjunto, el valor nutricional de sorgo ("Sorghum bicolor") y de los mijos (hay distintas variedades, el más consumido es el "Pennisetum typhoides"