como hacer los germinados en casa
ya que los brotes son alimentos excepcionales y de este modo salen mucho más baratos.
Como hacer los germinados en casa es muy fácil y toda la familia estará encantada de participar.
Ingredientes para obtener germinados
1 frasco de vidrio de un litro con boca ancha.
3 cucharadas de semilla bien lavada (lenteja, soya, trigo, amaranto, alfalfa, garbanzo, etc.).
1/2 litro de agua.
Elaboración de los germinados
Las semillas se lavan y se colocan en el frasco con agua (tres veces su volumen). La boca del frasco puede cubrirse con una tela delgada para que no entren los insectos.
El frasco se deja en un lugar oscuro y cálido de 10 a 12 horas para la alfalfa, de 12 a 15 horas para las lentejas y soya.
Luego se escurre el agua (la tela evitará que salgan las semillas) y se enjuagan bien con agua tibia.
Se acomodan los granos a lo largo de la pared del frasco y se vuelven a colocar en un lugar oscuro y cálido, enjuagándolos dos o tres veces los primeros días y luego una vez al día.
Nota : unas 48 horas después de haber iniciado el remojo, las semillas ya están muy reblandecidas, por lo que su cocimiento se hará en mucho menor tiempo (y podrían ser no más de 10 minutos de hervor) y con un ahorro considerable de combustible.
Cuando los brotes tienen de 2 a 3 centímetros de largo se exponen a la luz solar indirecta por espacio de unas 2 horas para que las hojitas se pongan de color verde, o sea, para que se les forme la clorofila, con esto se favorece el aumento de Vitamina C y toman un sabor más agradable.
Si se desea separar las capas exteriores de las semillas, o sea las cáscaras, antes de comer los brotes, éstos se colocan en una cubeta con agua y entonces las cáscaras flotan y se recogen en la superficie, mientras que los brotes se van al fondo.
¡Ahora los germinados están listos!
El cuidado de los germinados consiste básicamente en proporcionarles el drenaje adecuado (escurrir completamente el agua con que se enjuaguen) para mantenerlos solamente húmedos, ya que mucha agua o muy poco aire crearán hongos y desechos. En clima más caliente y más húmedo, acorte el tiempo de remojo y enjuáguelos con más frecuencia para mantenerlos frescos. Así pues, el tiempo de germinación varía según la temperatura. También la clase de semilla tiene que ver con el tiempo de germinación. Por ejemplo, los brotes de ajonjolí se amargan teniéndose en proceso de germinación más de dos días, es decir que deben aprovecharse a más tardar 48 horas después de haberse iniciado el remojo. En el caso del amaranto se consideran como condiciones óptimas para la germinación una temperatura de 30° C y un intervalo de tiempo que va de 18 a 30 horas, ya que puede obtenerse un incremento en la concentración de proteína de 15.78 a 16.11% y en cuanto a la lisina de 4.52 a 5.55 gramos por 100 g. de proteína.
Las semillas que se requieren para germinar deben estar vivas, no sirven semillas irradiadas o sometidas a procesos físicos o químicos que alteren su estructura vital.
Como obtener las semillas
Semillas, Granos y Legumbres pueden ser obtenidos en su mayoría en tiendas de productos naturales y en comercios proveedores de granos, a precios económicos, como una manera saludable de proporcionar comida de mesa para toda la familia. Como precaución se debe comprarse semillas no tratadas. En casos de reducción drástica de los alimentos, de una guerra o de una catástrofe natural una cantidad almacenada de ellos puede ser utilizada como alimento de supervivencia.
Germinados en la Dieta
Los germinados son mejores si se comen crudos, porque la cocción siempre destruye una gran parte de su contenido nutricional. El brote puede comerse entero, incluyendo las raíces y hojas. Los germinados pueden comerse solos, pero también pueden ser agregados a las ensaladas, emparedados y sopas. También pueden mezclarse en los alimentos, compotas, salsas y aderezos. Pueden ser guardados en el refrigerador, en un tarro o bolsa plástica hasta por dos semanas. Es preferible sin embargo, hacer cantidades frecuentes de germinados, porque tienden a hacerse rancios al guardarlos por mucho tiempo. Puesto que al volverse rancios se crean productos químicos peligrosos se recomienda hacer el esfuerzo de mantenerlos frescos para la dieta.
Autor: Armando Silerio
Por gentileza del Dr. Pablo Elías Gómez Posse
www.uva.org.ar
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